Palma de Mallorca es uno de los destinos turísticos más solicitados de España, pero ¿qué actividades se pueden hacer cuando se viaja por trabajo? Posiblemente, si pasamos allí unas semanas, veremos los emplazamientos más característicos. En este artículo os presentamos, además, planes alternativos para disfrutar de la ciudad y la isla al completo.

Las calas son una visita imprescindible si viajas a Mallorca y, aunque muchas estén aglomeradas, existen algunas que incluso en temporada alta siguen tranquilas para poder descansar tras una larga semana de trabajo. Cala Estellenc es una de ellas y se encuentra a unos minutos en coche de la capital. Si, por el contrario, la preferencia es quedarse en la ciudad, la Playa de Palma sigue siendo una de las opciones más populares y cómodas.

¿No eres fan del mar? ¡No hay problema! Puedes pasar un fin de semana en uno de los refugios de la Serra de Tramuntana. El relax y el descanso están asegurados en refugios como el de Cúber, el de Collbaix o el de Lavanor. Un plan alternativo es  recorrer diferentes rutas de llogarets.

¿Viajas con otros compañeros de trabajo? Nada mejor que un curso de vela que acabe con una regata para liberar la tensión del día a día y pasar un día diferente navegando. Tu y tus compañeros podréis visitar las mejores calas de toda Mallorca y pedir más información sobre las clases en la página del Real Club Náutico de Palma.  Después, podéis reponer fuerzas probando el típico ‘Pa amb oli’, que preparan en Sa Ximbomba, local situado en Génova.

Los visitantes de la catedral de Mallorca tienen la posibilidad de presenciar dos veces al año un acontecimiento único en el mundo: el 2 de febrero -2 del 2- y el 11 de noviembre -11 del 11- se produce el Espectáculo del ocho. La luz del sol proyecta la imagen del rosetón mayor en la pared donde se encuentra el rosetón menor. De esta forma, se sobreponen durante unos segundos formando un rosetón doble con forma de ocho. Un suceso al que no se puede faltar si nos encontramos trabajando en Palma durante esas fechas.

En conclusión, Palma de Mallorca, al igual que toda la isla, es una localización de ensueño que no podemos dejar de disfrutar aunque viajemos por trabajo. Las alternativas al turismo masificado están ahí y cientos de trabajadores pasan por la ciudad cada mes para desempeñar sus funciones.

¿Y tú? ¿Necesitas trasladarte a Mallorca por trabajo?

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